Hay algo peor que decir adiós a alguien: no tener la oportunidad de despedirte.
jueves, 22 de diciembre de 2011
-¿Cuál es el mayor problema del mundo?
+ En el fondo, a todos nos gusta pensar que somos fuertes. Que vamos a poder con todo lo que nos venga encima, que pudimos con lo de ayer y que podremos también con lo de mañana.
Pero más en el fondo, sabemos que eso no es verdad. Porque ser fuerte no consiste en ponerse una armadura antirrobo ni en esconderse detrás de un disfraz; ser fuerte consiste en asimilarlo.
En asimilar el dolor y en digerirlo, y eso no se consigue de un día para otro, se consigue con el tiempo. Pero como por naturaleza solemos ser impacientes, y no nos gusta esperar, escogemos el camino corto. Escogemos el camino de disfrazarnos de algo que no somos y disimular.
Sobre todo disimular. Sí, a todos nos gusta disimular los golpes, sonreír delante del espejo y salir a la calle pisando fuerte, para que nadie note que en realidad, lo que nos pasa de verdad, es que estamos rotos por dentro. Tan rotos que ocupamos nuestro tiempo con cualquier estupidez con tal de no pensar en ello, porque el simple hecho de pensarlo hace que duela. Pero a veces, bueno... A veces tienes que darte a ti mismo permiso para no ser fuerte, bajar la guardia y darte una tregua. Esta bien bajar la guardia de vez en cuando. No queremos hacerlo porque eso supone un día triste, uno de esos viernes que saben a domingo, un día de esos que duelen, de recordar y echar de menos. A los que ya no están, y a los que están, pero lejos. Sin embargo, hay momentos que es lo mejor que puedes hacer: darte una tregua. Poner tu lista de reproducción favorita, tumbarte en la cama, y si hace falta, llorar. Llorar todo lo que haga falta. Eso no nos hace menos fuertes; eso es lo que nos hace humanos.
+ En el fondo, a todos nos gusta pensar que somos fuertes. Que vamos a poder con todo lo que nos venga encima, que pudimos con lo de ayer y que podremos también con lo de mañana.
Pero más en el fondo, sabemos que eso no es verdad. Porque ser fuerte no consiste en ponerse una armadura antirrobo ni en esconderse detrás de un disfraz; ser fuerte consiste en asimilarlo.
En asimilar el dolor y en digerirlo, y eso no se consigue de un día para otro, se consigue con el tiempo. Pero como por naturaleza solemos ser impacientes, y no nos gusta esperar, escogemos el camino corto. Escogemos el camino de disfrazarnos de algo que no somos y disimular.
Sobre todo disimular. Sí, a todos nos gusta disimular los golpes, sonreír delante del espejo y salir a la calle pisando fuerte, para que nadie note que en realidad, lo que nos pasa de verdad, es que estamos rotos por dentro. Tan rotos que ocupamos nuestro tiempo con cualquier estupidez con tal de no pensar en ello, porque el simple hecho de pensarlo hace que duela. Pero a veces, bueno... A veces tienes que darte a ti mismo permiso para no ser fuerte, bajar la guardia y darte una tregua. Esta bien bajar la guardia de vez en cuando. No queremos hacerlo porque eso supone un día triste, uno de esos viernes que saben a domingo, un día de esos que duelen, de recordar y echar de menos. A los que ya no están, y a los que están, pero lejos. Sin embargo, hay momentos que es lo mejor que puedes hacer: darte una tregua. Poner tu lista de reproducción favorita, tumbarte en la cama, y si hace falta, llorar. Llorar todo lo que haga falta. Eso no nos hace menos fuertes; eso es lo que nos hace humanos.
lunes, 19 de diciembre de 2011
Eres joven; valórate.
martes, 13 de diciembre de 2011
jueves, 8 de diciembre de 2011
miércoles, 7 de diciembre de 2011
martes, 6 de diciembre de 2011
Él no es perfecto, tú no lo eres tampoco, y los dos nunca serán perfectos, pero si él puede hacerte reír al menos una vez, hace que lo pienses dos veces, y si él admite que es humano y comete errores agárrate a él y dale lo más que puedas. No te va a escribir poesía, no pensara en ti cada momento, pero si te dará una parte de él que sabe que podrías romper, no lo hieras, no lo cambies, y no esperes más de lo que puede darte, no analices, sonríe cuando te haga feliz, grita cuando te enfade, y extrañalo cuando no este ahí, ama fuerte cuando haya amor para tener, por que los chicos perfectos no existen, pero siempre hay un chico perfecto para ti.
Soy de esas que tienen tres vidas; la suya, la que se inventan los demás, y la que sus padres creen que tienen. De las que cuando tienen un día estresado lo pagan con la persona equivocada. De las que a veces se sienten mejor estando solas, aunque echen de menos a sus amigos. De las que lloran con las películas románticas. De las que van con el miedo a fallar pero aún así se entregaran al máximo. De las que escriben su nombre en los cristales empañados para luego borrarlos. De las que se quedan hasta las tantas para hablar con él. De las que tienen expectativas. De las que no se entienden ni ellas pero saben lo que quieren. De las que son capaces de sacarte una sonrisa en tus peores días. De las que echan el bolígrafo al suelo para coger la notita que les lanza el compañero. De las que les entra la risa tonta en momentos serios. De las que les encanta quedarse hablando con las amigas toda la tarde. De las que odian los pajaritos que les cuentan todo a las madres. De las que la música las vuelven locas. De las que siempre encuentran algo bueno en cualquier persona. De las que eso de disimular no se les da muy bien. De las que se quedan tumbadas en la cama pensando en el por qué de las cosas. De las que tropiezan mil veces con la misma piedra pero siempre se vuelven a levantar.
Sabré vivir, cuando
encuentre mi lugar en el mundo.
Cuando
interponga mis sentimientos a cualquier otra cosa.
Cuando no
me sienta tan vulnerable.
Cuando no
sea tan cíclica.
Cuando me
sobreponga a mis estados de ánimo.
Cuando no
esté tan pendiente de lo que esperan los demás de mí.
Cuando no
tenga que desesperarme tanto por lo que aún no tengo.
Sabré vivir, cuando
me pare con más firmeza sobre la tierra.
Cuando me pueda
sentir entera, aún en los días mas grises y lluviosos.
Cuando no sienta que
se me va la vida en cada situación difícil que tenga que resolver.
Sabré
vivir, cuando los enfados y la impotencia, el miedo y la inseguridad, no me
paralicen.
Sabré
vivir, cuando pueda poner una distancia óptima entre los demás y yo.
Cuando le
pierda el miedo al miedo y le tenga paciencia al tiempo.
Cuando el
futuro no corra y pueda vivir con mas tranquilidad y menos tensión.
Cuando me
permita fallar sin sentir que fracaso.
Cuando
pueda ver a mis ídolos con un poco de realidad.
Sabré vivir, cuando
la ilusión no me modifique tanto, si llega a desilusionarme.
Cuando no necesite
subirme a las nubes muy seguido y pueda tolerar un poco mas las cosas que no me
salen tan bien.
Cuando el
estar "super bien"
no sea una necesidad tan imperiosa para vivir...
Sabré
vivir...cuando me pueda mirar al espejo y sentirme mucho mas condescendiente,
si no me viera tan mal.
Entonces...seguramente
podré estar en paz. Dejaré de sentenciarme con tanta dureza.
Habré
crecido. Seré dueño de mí y de mis sentimientos y solamente entonces, es cuando
podré, finalmente, encontrar la felicidad.
Araceli Suárez
No le des importancia a quien se cree importante.
Si vas a ayudar, ayuda pero piénsalo bien antes, porque hay gente que hace para restregarlo luego...
Acaba de entender que no hay reglas en este juego.
Que lo nuevo remplaza lo viejo.
Que la mentira camina pero nunca llega lejos.
Que los espejos no reflejan el interior , mis sentimientos, solo un físico de mierda que se deteriora con el tiempo...
Mirar adentro, soñar despierto, morir sonriendo, sentir el viento pasando lento.
Nunca de ti dudes, confía en ti y se tu luz y si nadie te quiere, entonces quierete tu.
Si vas a ayudar, ayuda pero piénsalo bien antes, porque hay gente que hace para restregarlo luego...
Acaba de entender que no hay reglas en este juego.
Que lo nuevo remplaza lo viejo.
Que la mentira camina pero nunca llega lejos.
Que los espejos no reflejan el interior , mis sentimientos, solo un físico de mierda que se deteriora con el tiempo...
Mirar adentro, soñar despierto, morir sonriendo, sentir el viento pasando lento.
Nunca de ti dudes, confía en ti y se tu luz y si nadie te quiere, entonces quierete tu.
Araceli Suárez.
sábado, 3 de diciembre de 2011
Ahora Hollywood quiere hacer pensar que saben qué es el amor.
Pero yo voy a decirte lo que es el verdadero amor.
El amor no es lo que ves en las películas, no es lo que ves en la escena.
¿Sabes lo que quiero decir?
El verdadero amor es el sacrificio.
El amor es pensar en los demás antes de pensar en ti mismo.
El amor no es egoísta, sino altruista.
El amor es Dios y Dios es amor.
Amor es cuando das tu vida por otra persona, ya sea para tu hermano, tu madre, tu padre o tu hermana.
El amor verdadero es eso.
Sé que voy a estar bien, mientras tú seas mi guía.
El amor es paciente, es bondadoso.
Que no tiene envidia.
No es orgulloso.
El amor no es descortés, no es egoísta.
No se irrita, no guarda rencor.
El amor no se deleita en el mal, sino que quiere la verdad.
Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, siempre aguanta.
El amor nunca falla. El amor es eterno.
Su eterno, interminable, que va más allá del tiempo.
El amor es lo único que perdurará después de la muerte.
No hay amor más grande que esto, que el que da su vida por sus amigos.
¿Ahora estas dispuesto a dar tu vida por tus amigos?
Probablemente estés dispuesto a dar tu vida por tu madre, tu padre o tu mejor amigo.
Pero, ¿estás dispuesto a dar tu vida, incluso para los que te odian?
Ahora es el momento de saber, el amor perfecto.
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